Hay ciudades en las que el verano es muy duro. Ayer fui a Zaragoza y la hostia de calor que recibí nada más bajarme del coche casi me mata. Andar por la calle fue un suplicio pero finalmente conseguí llegar a un lugar donde por fin estuve fresquito.

Hay cosas como la temperatura de los portales, que simplemente son maravillosas. Por eso y por el fresquito que me dio salvándome la vida ayer quiero utilizar esta plataforma que me presto a mí mismo porque es mi blog para agradecer al Señor Portal su invento.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.