¿Os acordáis de las pruebas que hacen en Monstruos S.A.? Pues un examen sorpresa debería ser un examen de dar sorpresas/sustos. Entonces ¿cómo se puntuaría? Pues como en la película: el que más acojone a los demás con su 'sorpresa' saca la mejor nota y así sucesivamente. Así que venga chavales, id poniéndoos las pilas que de momento los profesores os están ganando de goleada con esto de acojonar en los exámenes sorpresa.
Sé decir tengo hambre en seis idiomas (español, inglés, francés, portugués, italiano y alemán) para que así pueda viajar por el mundo y, aunque sea mendigando, siempre tengo algo de comida que pueda echarme a la boca. Esto puede parecer de genio, pero es que en tres de esos idiomas es casi la única expresión que sé decir, por lo que no podría mantener una conversación medianamente estable.
¿Qué pasa? ¿Acaso son personas más sensatas y con mayor conocimiento del mundo real? Puede ser, pero no lo digo por eso. Un portero, aunque deje de jugar a fútbol, balonmano, hockey, etc. puede seguir siendo portero. ¿En las ligas de barrio? Sí, pero no decía eso. Ya sea decidiendo si puedes entrar a una discoteca o no o fregando los rellanos de tu edificio un portero siempre podrá seguir ganándose la vida como portero. Algunos pensaréis que es caer muy bajo pero un poquito de por favor que la de portero es una profesión muy digna a la par que televisiva.
Y es que hay realmente mucha gente que va con bolsas e incluso carritos de la compra en los autobuses. Y claro, yo me quedo pensando "¿no tendrán supermercados más cerca o qué?", así que he sacado la teoría de que claro que tienen supermercados más cerca, pero son tan grandes chefs, unos gourmets de una calidad tan sublime que necesitan unos productos muy específicos que les hace tener que desplazarse para poder cocinar sus obras de arte.
Básicamente es que durante tres días el cine es más barato, no hay más. Que sí, que mola mucho eso, porque de normal es muy caro, pero a mí cuando me dicen fiesta me imagino otra cosa. Yo fui, me senté en la butaca y cuando se empezaron a apagar las luces me imaginaba que se iba a poner la música en marcha, iban a entrar unas azafatas que me iban a traer un gintonic, e iban a aparecer estrellas del cine que se iban a unir a la fiesta con nosotros. Pero no, empezó la película y allí no pasó nada más. Lo malo es que la elegí por lo buena que estaba la del cartel y no fue muy buena, lo bueno, que por lo menos me salió barato.
