Los libros de Harry Potter son la segunda saga más vendida en la historia de la literatura, por lo que a buen seguro la mayoría los habréis leído o, por lo menos, visto las películas. El rasgo facial más conocido del niño mago es su cicatriz, pero J.K. Rowling nos ocultó la verdadera historia de esa señal.

Como al resto de humanos cuando nos hacemos una cicatriz, Harry sentía dolor en su cicatriz cuando iba a cambiar el tiempo. (Voz impertinente) "Pero Harry era un mago, los demás somos muggles". A Potter le das una patada en los huevos y le duele ¿no? Pues hala, tan especial no sería.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor
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