Hay gente que sigue sin entender por qué a la mayoría de los niños no les acaba de gustar el pescado cuando es muy claro: hay un boicot contra el pescado. Puede parecer que no, pero ese boicot empezó cuando a alguien se le ocurrió llamar espinas a los huesos del pescado.

Pero esto tiene un doble sentido, ya que desde que son pequeños se podrá saber qué niños serán valientes en un futuro, ya que todos aquellos que quieran comer pescado cuando son niños solo podrá ser o porque desafían a la palabra espinas o porque nunca se han pinchado con un rosal.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.
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