lunes, 16 de marzo de 2015

NO ME GUSTAN LOS CONSERVATORIOS

Sin haber estudiado música en ningún lado, toco la guitarra. He recibido nociones básicas, pero se puede decir que nunca he estudiado música. Me explico mejor, nunca he ido a un conservatorio, porque son sitios que te quitan demasiado tiempo. ¿Seis horas a la semana la gente ahí metida supuestamente estudiando música? A ver que no es por desconfiar pero es un lugar que se llama conservatorio, no musicotorio. 

Si a un niño le preguntas qué es un conservatorio es imposible que te lo relacione con la música y creo que será por algo. Absolutamente todos los conservatorios españoles han creado una red de tráfico de latas de conservas, probablemente la más grande del país. Y tengo pruebas señoría. Todos los días acuden multitud de personas el tiempo suficiente para hacer un trabajo. Y es más, muchas de esas personas se cambian, por relevos, después de haber cumplido su turno en la fábrica.

Pero hay algo que realmente me preocupa. Muchas de esas personas que trabajan en esa conservera, llamémosla ya por su nombre real, no por su eufemismo, son niños. Es decir, ¡hay explotación infantil! ¿En serio estamos dispuestos a permitir que en el siglo XXI siga habiendo explotación infantil? Y es básicamente por esto por lo que no me gustan los conservatorios.

Pienso tontunadas, luego soy más feliz.

Un saludo,
Servidor.