Por si acaso hay alguien que lea este blog y no me conozca soy aragonés, y en Aragón tenemos una manera de insultar diferente. El caso más claro es que cuando a una española le llamas 'bella amapola', quedas como todo un caballero, pero si a un aragonés le llamas ababol (su traducción), le estás llamando tonto, simple, pasmarote.
Pero insultar en aragonés es bonito, casi diría que armonioso. Es español te llaman torpe, en aragonés zamarugo o samarugo, que, oye, si no lo entiendes a lo mejor crees que te están comparando con un pequeño animalillo de un bosque, no suena tan mal. Si es que en aragonés hasta los insultos suenan de una manera más dulce; embobado se dice melau, haciendo referencia a la miel (delicioso). Si eres un descuidado en Aragón eres un zaforas, por lo que te podría decir eso o hacer referencia a una vasija típica de las antiguas Roma o Grecia.
Por último, no os penséis que los aragoneses somos malas personas y que lo que hacemos es enmascarar lo que realmente decimos. Si acaso seríamos unos carnuzes, que aún así sigue sonando bien. Si es que los aragoneses, aunque cazurros, somos güena chen.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.