Hoy me he encontrado una cosa hermosa, que creía que habían desaparecido: cintas de VHS (sí, no soy lo suficientemente mayor para hablar del Betamax). Esto me ha hecho reflexionar de de dónde somos, a dónde venimos y qué hacemos con nuestras vidas.
Me imagino, que la gran mayoría de VHS estarán repartidos por el mundo igual que en mi casa: en estanterías/cajones/cajas cogiendo polvo. Y me entristece. Hubo un tiempo en el que eso era el no va más, todo el mundo tenía un aparato que los leía, y sus ventas eran multimuchillonarias. Esto me ha hecho pensar. Si algo que logra ser conocido en todo el mundo, ser la estrella del universo tecnológico (a lo mejor con esto me he venido un poco arriba), acaba de esta manera ¿qué pasará con nosotros?
Nunca alcanzaremos su fama ni los mejores agentes inmobiliarios entrarán en tantas casas como ellos. Podemos pensar que nuestros familiares y amigos siempre nos recordarán, pero el VHS también los tenía y están o han pasado ya al olvido también. ¿Quién se acuerda de los cassettes o de los DVD (vale, de estos sí pero dale tiempo)?. Al final todos acabaremos como las cintas de VHS, en una caja cogiendo polvo. Que profundo me ha quedado esto, corre Jorge dí algo estúpido......POLLA. Mucho, mejor, ya me había preocupado ¡uf!
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor