Ya ha pasado la Semana Santa, una de las fechas más importantes dentro del cristianismo. Sin embargo, a través del orden de sus procesiones reinventan la historia de esta religión en una ciudad que no voy a nombrar, pero sí que diré que galopa y corta el viento cuando pasa por el puerto caminito de Jeréz.
Para los habitantes de esta ciudad Jesús llega sentado en la burra a Jerusalem. (Hasta ahí todo normal). El día siguiente ya está flagelado y cargando la cruz para encontrarse con su madre. Posteriormente le crucifican, bajan de la cruz y su madre lo sostiene en brazos. En este momento se puede pensar que es que no tienen suficientes pasos, pero no. El día después de haber matado al Cristo, aparece cenando con sus discípulos y se va a orar al huerto del olivo, que solo hay uno. ¿Está claro no? Jesús era español. Resucita y en vez de mostrarse ante el mundo se va de farra con los colegas para celebrarlo. Luego sí, es Cristo, va a darle las gracias a su padre por haberlo resucitado, o algo así.
El último día, después de la fiesta con los amigos, ya Jesús se muestra al mundo resucitado y va a encontrarse con su madre. Pero en esta ciudad, la va siguiendo durante un rato sin decirle nada. Se queda parado escondido detrás de la entrada de un parking y luego ya va a encontrarse con ella. Pero a ver ¿tienes 33 años o eres un niño? Un poco de madurez Jesús por favor.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor