Vienen a ayudarnos y aun así las criticamos. Estamos quejándonos del calor, nos refrescan, pero cuando aparecen lo único que hacemos es quejarnos. Estoy hablando de las tormentas de verano. Ese fenómeno meteorológico que es lo único que quita el calor en las olas de calor (valga la redundancia), pero que siguen sin gustarnos.
El hombre es un animal ilógico por naturaleza. No quejamos porque nos gusta y es por eso que tan pronto una cosa nos gusta mucho y por al cabo de un tiempo nos deja de gustar. Esa es la misma razón por la que criticamos a los que se quejan de todo, porque nos olvidamos que a nosotros también nos gusta hacerlo. Bueno, no sé si lo que acabo de decir tiene mucha lógica, pero como he dicho antes: el hombre es un animal ilógico por naturaleza.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.