Cómo ya sabréis si habéis seguido el blog soy un nostálgico. Me dan pena aquellos objetos que lograron ser los reyes en su sector pero que ahora pasan casi desapercibidos. Ese es el caso de las linternas. Y pensaréis: "pero si las seguimos usando prácticamente a diario", y es verdad, pero ya no como antes.
Antes las linternas no eran una aplicación que tenías en el móvil, era un aparatito que iba con pilas la mayoría de las veces y que se iluminaba. Había una industria detrás de esa luz, sin embargo, los smartphones tan smart (listos) que son, piensan muy poco en todas esas familias, dedicadas a la industria del alumbramiento, que se han visto obligadas a meterse en las plantas de natalidad de los hospitales para seguir ejerciendo su oficio.
Algunos me diréis que las velas existían de antes y que ahora se siguen utilizando. Y eso es verdad, pero es que las velas tienen el punto de romanticismo que las linternas no tienen. Si alguno se excita a la luz de una linterna que parece que te van a contar una historia de terror, es que francamente está muy desesperado.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.