La verdad es que el ser humano es algo que nunca deja de sorprenderme, y más aún cuando lo observo desde su faceta más estúpida. Hoy no voy a criticar a nadie, porque es algo que me parece sencillamente fabuloso.
¿Acaso no es fabuloso que las estupideces muevan el mundo? Algunos dirán que son las culminaciones de largos años de trabajo cuya culminación es cambiar el mundo, pero en un origen ese duro trabajo fue simplemente una idea innovadora, una locura, una estupidez. Nos obsesionamos con querer ser más listos, porque se supone que son los que mejor responden ante una situación compleja, los que mejores ideas ideas tienen y, por tanto, los que hacen funcionar un país. Pero eso no es así, son los creativos los que descubren las mejores cosas de la vida. Y no lo digo en el plan de que a nadie en su sano juicio se le hubiera ocurrido atreverse a hacer cualquier cosa.
Los grandes avances tecnológicos, médicos, de la humanidad en general, no solo los descubrieron gente lista, que lo eran, sino también locos. Nadie cuerdo innova, nadie cuerdo quiere romper con lo que ya tiene y arriesgarse. Probablemente la mejor característica que tengamos los humanos no sea otra que nuestro punto de locura, nuestro punto de estupidez, nuestro punto de que ya haya pasado medio año y aún siga habiendo temas para hacer tontunadas. Eso hace grande al ser humano.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.