Venga chavales, voy a intentar hacer algo divertido de un objeto que literalmente es un rollo. Y como ya he marcado el nivel de humor en el que estamos hoy ya podemos proseguir con la tontunada. Voy a hablar de el maravilloso mundo de los rollos de papel, tanto de cocina como de baño y de los malvados jefazos que manejan los hilos de ese mundillo.
Porque a ver, ¿quién decide el tamaño que tiene que tener cada cacho de papel? ¿No hubiera sido más fácil que lo metieran en una caja con una sierra y que yo me cortara lo que quisiera? Pero claro, ya sé que es lo que está pasando, los papeleros se han peleado con los cartoneros por saber cuál es más resistente y no le quieren poner una cajita. Pero claro, con esto están decidiendo por mí cuál es el tamaño de papel que quiero usar y no sé quién les ha dado esa potestad para ello. Por favor, gente del papel y del cartón, reconcíliense para que los ciudadanos de este lugar llamado mundo podamos disfrutar de la libertad que por derecho nos merecemos.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.