miércoles, 29 de abril de 2015

PENSAMIENTOS DE BUS

Hace dos meses escribí una mini sección en la que parecía que os gustaba que me acosaran sexualmente en los autobuses, pero como no me pasan cosas todos los días también me da tiempo para pensar. A los autobuses sube mucha gente, de todo tipo, pero hay una ley no escrita (bueno escrita en cartelitos) que es la de dejar los asientos para personas mayores, las embarazadas y los cojos. 

Ahora va mi pensamiento ¿cuándo una persona se la considera suficientemente mayor, embarazada o coja? Lo de embarazada, es más fácil; si ves panza deja tu plaza (chistes con rima, humor del bueno). Con cojos se complica un poco más ¿Una muleta es motivo de ceder el asiento o no? Porque claro, con dos obviamente sí, porque no puede apoyar el pie, pero si solo lleva una se supone que ya puede apoyarlo y le ha recomendado el médico que así lo haga. Aunque bueno, vamos a ser buena gente y cederemos el sitio. 

El mayor problema viene con los abuelos. Con las mujeres es más fácil, si ha echado más laca en el pelo de la que se necesitaría para peinar a Chewbacca, le dejas el asiento, es una persona mayor. Con los señores es más difícil, porque tienen la mentalidad de que aún tienen 20 años y muchos de ellos se enfadan cuando les cedes el asiento. Pues a los abuelos ni agua, solo si se les ve muy perjudicados, que es mejor un abuelo cansado que cabreado, que luego son muy pesados.

Pienso tontundas, luego soy más feliz.

Un saludo,
Servidor