Aunque parezcan seres inertes, sin sentimientos ni movimientos, los objetos pueden jugar solos, sin necesidad de que interactuemos con ellos. Este es el caso de las puertas, que tienen su propia versión del juego 'Marco-Polo'.
Sin embargo, lo han cambiado ligeramente para hacerlo más personal, digo puertal. En vez de decir 'polo' a la palabra 'marco', en las puertas se responden entre el marco y el pomo. Así que si alguno tenía alguna duda de cómo pasan su tiempo libre las puertas es con el superjuego de moda entre las puertas: Marco-Pomo.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.