Ni todos los inventores son genios ni todos los inventos son realmente útiles. Hay objetos que pese a estar bienintencionados no van a cumplir la función para la que realmente fueron creados. El número uno en este sentido es el secador de manos con aire.
Por si alguno no sabe de qué estoy hablando es de esos secadores que ponen en la mayoría de bares y restaurantes que pones las manos debajo, sale aire y supuestamente te seca las manos. Pues bien, la idea que tiene es perfecta, no genera resto y te seca las manos, pero es que nunca lo hace. Ya te puedes pegar media hora que no te las va a secar. A no ser que en vez de ponerlo en los baños los pongan debajo de las mesas y la barra. Entonces podrás tener las manos secándose mientras comes o te tomas lo que hayas pedido, en vez de ir mojado un rato o tenerte que secar en tu propia ropa, que para eso que directamente no lo pongan.
Pienso tontunadas, luego soy más feliz.
Un saludo,
Servidor.